Etzael Ortiz.
La preocupación por la sobrepoblación de cocodrilos en Tampico, Tamaulipas, ha quedado en el limbo después de que el Senado de la República archivara una petición urgente para abordar la amenaza que representan estos reptiles en la región. La decisión ha generado inquietud entre los residentes locales, quienes afirman han aumentado los avistamientos y los incidentes relacionados con cocodrilos en
áreas urbanas y rurales.
La petición, presentada por legisladores locales y activistas ambientales, solicitaba recursos y medidas específicas para controlar la población de cocodrilos en la Laguna del Carpintero y otras zonas críticas. Argumentaban que la proliferación de estos animales, agravada por la falta de depredadores naturales y la urbanización descontrolada, ha puesto en riesgo la seguridad de los habitantes y la biodiversidad
del ecosistema.
«Estamos decepcionados por la falta de acción del Senado,» comentó María Rodríguez, una activista ambiental que ha estado trabajando en la protección de la fauna local. «La sobrepoblación de cocodrilos no solo es un problema de seguridad pública, sino también un tema de conservación. Necesitamos un enfoque integral para gestionar esta situación.»
Los reportes de encuentros cercanos con cocodrilos han aumentado significativamente en los últimos años. En 2023, se documentaron más de 50 incidentes, incluidos ataques a mascotas y la invasión de cocodrilos en propiedades privadas. A pesar de estas alarmantes cifras, el Senado decidió archivar la petición, argumentando la necesidad de realizar estudios más profundos antes de asignar recursos y acciones específicas.
La decisión ha sido recibida con críticas por parte de la comunidad científica y los habitantes de Tampico. «Estamos hablando de una cuestión de vida o muerte,»
señaló el biólogo Javier Gómez, quien ha estudiado la fauna de la región durante más de una década. «La falta de respuesta inmediata puede tener consecuencias graves tanto para las personas como para los propios cocodrilos, que cada vez se ven más obligados a acercarse a zonas habitadas en busca de alimento.»
A pesar de la inacción del Senado, las autoridades locales han intentado implementar algunas medidas paliativas, como la instalación de señalización en áreas de alto riesgo y campañas de concienciación para la población. Sin embargo, estas acciones han sido insuficientes para abordar el problema de raíz.
La necesidad de una estrategia coordinada a nivel nacional es evidente, y los expertos insisten en que se deben considerar soluciones a largo plazo que incluyan
la reubicación de cocodrilos y la protección de sus hábitats naturales. «No podemos simplemente ignorar esta situación,» añadió Gómez. «Debe haber un
equilibrio entre la protección de la vida silvestre y la seguridad de las comunidades humanas.»
Con la petición archivada y sin un plan concreto a la vista, los habitantes de Tampico enfrentan un futuro incierto en cuanto a la gestión de la sobrepoblación de
cocodrilos. Mientras tanto, la comunidad sigue esperando una respuesta efectiva que garantice la seguridad y la conservación en la región.