Brandon Hernández
La devastación que provocó el huracán Otis al puerto de Acapulco, se enraiza, debido a que no se dispondra de un centavo más para la reconstrucción de la ciudad, en virtud que se dejó fuera del debate etiquetar recursos para atender la emergencia dentro del presupuesto de egresos de 2024.
Al cumplir este martes 21 días de golpear a la ciudad la letal fuerza de este fenómeno meteorológico categoría 5 en la escala Saffir Simpson, no avanza el plan de reconstrucción de Acapulco y se teme que sea hasta el próximo año cuando se logre cambiar el paisaje, así como reactivar el turismo.
La gobernadora Evelyn Salgado Pineda continúa coordinando los trabajos de ayuda a los afectados por el huracán y ha brindado su total respaldo a la presidenta municipal, Abelina López Rodríguez, sin embargo la deficiencia en la recolección de la basura es visible e impide acelerar la limpieza de este destino de playa, siendo igual de deficiente el abasto de agua potable.
A su vez, los escombros que dejaron edificios, hoteles, viviendas, restaurantes y árboles que fueron despegados de raíz, es la postal de esta metrópoli, que ahora luce cerros pelones y largas filas de personas en espera de las despensas.
La preocupación que existe en estos momentos entre la población que sufrieron daños, es que por si fuera poco, el gobierno federal publicó el fin de la declaratoria de emergencia para Acapulco, esto significa que los estados, en este caso Guerrero, no podrán acceder a los recursos de atención a desastres naturales, entre otros apoyos. En otras palabras, la Comisión Nacional de Protección Civil no podrá solicitar más insumos ni servicios a las dependencias federales, de acuerdo al artículo 59 de la Ley General de Protección Civil, por lo que seguirá siendo lento el proceso de reconstrucción, lo que incrementa el riesgo de un brote de enfermedades derivadas de la contaminación.
Como si esto no fuera poco, todavía no se restablece el servicio de energía eléctrica en varias colonias del puerto, incluida una amplia zona de Caleta y el Fraccionamiento Las Playas, así como algunas colonias de la parte alta y del anfiteatro, como tampoco la telefonía e Internet.