Diego Sierra
El Santuario de Ostok, un lugar único en el noroeste del país, se ha convertido en el hogar de más de mil animales rescatados, incluidos tigres y una pareja de elefantes. Próximamente, esta reserva de 22 hectáreas y con un lago de cinco se prepara para albergar a los imponentes hipopótamos de Colombia, vinculados a la historia del famoso narcotraficante Pablo Escobar en los años 80.
Trasladar a estos majestuosos animales al recinto ubicado en Culiacán no será tarea fácil. Actualmente, el santuario se encuentra en proceso de documentación y logística para dar cabida a los hipopótamos. Ernesto Zazueta Zazueta, director y propietario del santuario, señala que la documentación es el aspecto más complicado en este proceso.
El Santuario Ostok, junto con la Azcarm, colabora estrechamente con las autoridades colombianas para rescatar y reubicar a los hipopótamos que actualmente viven en el antiguo zoológico de Pablo Escobar. Estos animales han sido declarados especie invasora y podrían enfrentar sacrificios si no se toman acciones inmediatas. Su población ha crecido exponencialmente en las riberas del río Magdalena, y se estima que en menos de 10 años podrían llegar a ser hasta 400 ejemplares.
La proliferación de estos hipopótamos representa un riesgo para las comunidades cercanas al área, así como para los visitantes y deportistas que frecuentan la zona. Para evitar su sacrificio, se plantea la posibilidad de esterilizarlos, castrarlos o trasladarlos a otros zoológicos y santuarios seguros.
El Santuario de Ostok se ha comprometido a brindar un ambiente adecuado y seguro para estos majestuosos animales, ofreciéndoles una oportunidad de vivir en armonía y protegiendo su bienestar en este rincón del norte de Culiacán.